Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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100212
Legislatura: 1888-1889
Sesión: 18 de diciembre de 1888
Cámara: Senado
Discurso / Réplica: Réplica al Sr. Conde de Torreánaz.
Número y páginas del Diario de Sesiones: 9, 73.
Tema: Política del Gobierno.

El Sr. Presidente del Consejo de Ministros (Sagasta): No sé, Sres. Senadores, para qué el Sr. Conde de Torreánaz saca ahora a relucir un asunto que nada tiene que ver con los sucesos de la Universidad. (El Sr. Conde de Torreánaz: No lo he evocado yo). ¿No? Pues ya nos explicaremos. Sabe, sin duda, el señor Conde de Torreánaz, sabe el partido conservador, que las doctrinas del partido liberal acerca de ese punto son diametralmente opuestas a las del partido conservador; pero ese decreto a que se ha referido su señoría está fundado en la legalidad que vosotros nos habíais dejado, y que, mientras no pudiésemos reformar, teníamos que respetar como tal legalidad. ¿Qué íbamos a hacer?

Vuestra legalidad era mala, y por eso siempre fue nuestro propósito reformarla. (Un Sr. Senador de la minoría conservadora: ¿Y no habéis podido variarla en tres años?) Como que no puede hacerse todo a la vez. Para deshacer todo lo malo que habéis hecho vosotros, ni con diez años tendríamos bastante. (Grandes risas).

Había, repito, una legalidad establecida por vosotros, contra la que nosotros protestamos en una discusión en que tomó parte el actual Sr. Ministro de Hacienda; pero, al fin y al cabo, es una legalidad que existe y en la que tenemos que fundarnos. (El Sr. Conde de Tejada de Valdosera: ¡Pero si habéis dado un decreto!) Para cumplir la legalidad existente. Es un decreto que, si no estoy equivocado, tenía fuerza de ley. (Varios Sres. Senadores conservadores: Ninguna): ¡Ah! vosotros que sois tan conservadores, ¿cómo podéis sostener que un decreto que afecta a intereses tan altos y respetables es posible variarlo de otra manera que por medio de una ley?

Pero, en fin, sea de ello lo que quiera, resulta que el partido conservador da tanta importancia a lo que hace el partido liberal, a pesar de que no le parece bien nada de lo que hace, que en lugar de fundarse en su legalidad, quiere fundarse en un acto del partido liberal, que no tiene por cierto relación de analogía ninguna con el asunto de la Universidad.

No quiero entrar de soslayo en este debate, porque presumo que se ha de dilatar, y algunos señores conservadores han de tomar parte en él, reservándome para entonces contestarles; pero digo que no es oportuno venir a defender un acto del partido conservador invocando otro, aunque fuera análogo, del partido liberal, porque en último resultado, si el partido liberal procedió con error, no debe el partido conservador venir a hacer lo mismo, y no es lógico decir: ?el partido liberal procedió mal, luego debemos nosotros imitarle; vamos nosotros a hacer lo mismo?. Ése es vuestro argumento. (Rumores y protestas en la minoría conservadora). Lo discutiremos, porque supongo que el Sr. Silvela se ha de ocupar de este asunto. (El Sr. Silvela, D. Luis: Y con alguna extensión, ya que está presente el Sr. D. Venancio González, que es condición indispensable para tratarlo bien). Me alegro mucho, y no insisto sobre este punto. Oiremos a S.S., y le contestaremos con toda amplitud y detención, lo cual es mejor que no tratar la cuestión en un debate provocado de soslayo e incidentalmente por el señor Conde de Torreánaz. [73]



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